¿Un cristiano que no hace buenas obras? ¡Eso no existe!

– Por Ariel Alvarez

«La religión pura y sin mancha es guardarse del mal y practicar la caridad», eso nos enseña san Santiago en su epístola en el primer capítulo. ¡Pero es que la salvación no es por obras! Desde luego, la salvación es por gracia, por medio de la fe, sin embargo la verdadera fe, la cual es un regalo de Dios, produce obras. Obras que no son para hacer méritos ante Dios, porque los únicos méritos que valen son los de Cristo, pero son obras que nos hacen ser la luz del mundo.

Una fe sin obras, es muerta.

Los cristianos tienen la obligación de hacer buenas obras para con sus hermanos.»Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de ustedes les dice: Ve en paz, caliéntate y sáciate, pero no le da lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta». Santiago 2:15-17

 Cuando las Escrituras hablan de buenas obras, no se refieren a penitencias, ayunos, oraciones y diezmos, se refieren a las obras de misericordia.

«¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo^? ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?» Isaías 58:6-7

 Agradecer a Dios cuando se hacen buenas obras.

Es un sentimiento maravilloso, hacer una obra de misericordia con nuestros hermanos y saber que no estamos haciendo ningún mérito o ganando el cielo por esas obras, sino que las hacemos porque tenemos la fe que Dios nos ha dado y prueba de esa fe, son las buenas obras que Dios mismo preparó para que nosotros tuvieramos el privilegio de hacer. Entonces, agradezcamos a Dios cuando hagamos buenas obras y pidamos que nos brinde la oportunidad y ponga en nuestro andar por el mundo, muchas obras para realizar.

 «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas». Efesios 2:10

La indiferencia con el prójimo, es uno de los peores pecados que cometemos todo el tiempo, san Pablo dice, que el que no ama a su prójimo, no ama a Dios.

 «Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios». Hebreos 13:16.